el parto

Ahí estabamos todo observando el maravilloso acontecimiento... los demas ya habían presenciado varios similares, pero para mí era la primera vez, con muchísima curiosidad y emoción esperaba que comenzara todo y derrepente apareció... asoma la cabeza, todos se emocionan, hay risas y palabras de ánimo (para el neonato, y no para la madre... esto fue raro), se regresa un poco y más palabras de ánimo para que se decidiera a salir, se asoma de nuevo y los presentes lo animan a sacar los brazos (extrañamente, el neonato lo entendió, o por lo menos pareció entenderlo porque logró asomar los bracitos). Aún así parecía un proceso bastante difícil porque estuvo ahí avanzando y retrocediendo un buen rato hasta que por fin pareció encontrar en qué apoyarse y logró salir hasta la cintura y ya el resto no representó un gran reto para el neonato... los ahí presentes lo recibimos con aplausos y felicitaciones (pero sólo para él... la madre no recibió ni una palabra de aliento), como todo buen recién nacido, estaba cochino, húmedo y feo, pero no nos importó... lo había logrado y eso era toda una hazaña.

Ahora sí... venía lo bueno... la verdadera razón por la que yo me encontraba en ese lugar... era mi turno, pero para salir primero tenía que entrar, así que... manos a la obra... el pequeño hueco en el suelo de la cueva de bustamante estaba ya listo para recibirme (a este hueco se le llama el parto).

Para entrar, primero van los pies así que no podía observar en dónde apoyarme y nomás los estaba moviendo para todos lados. Desde abajo, los no-natos me estaban dando las indicaciones de hacia dónde moverme para lograr entrar. Al fin después de batallar un poco, logré bajar... ya estaba dentro de la madre de nuevo. Desde ahí, vi entrar algunos más (otro proceso bastante simpático... ya que visto desde abajo los pies perdidos de mi futuro hermano que ha decidido volver a nacer se ven bastante chistosos buscando un lugar de donde detenerse.

Ya para salir el pensamiento que más se repetía en mi cabeza era "me voy a ver igual de chistosa que todos esos que van saliendo antes que yo jajajajajaja... con los pies perdidos como muñeca de trapo; y los de afuera... jajaja... va a ser divertido verme nacer también", pues por mis piernas cortas y mi tamaño en general pequeño, pensé que iba a batallar; pero a la hora de estar ahí... creo que en vez de estorbar, me ayudó bastante y logré nacer sin dificultad.

Afuera mis nuevos y futuros hermanos me recibieron muy contentos y seguimos nuestra travesía.

Espero ahora sí poner una foto para ustedes pero esta vez no, porque luego sabrían desde el principio que estaba hablando de una cueva ;).